lunes, marzo 27, 2006

Cómo mido mi tiempo

Volviendo a mi casa después de la radio pienso, en realidad ya subiendo a mi cuarto porque antes me entretuve con mi hermano agitando con mi hermano como si fuésemos dos hinchas enardecidos, me detuve un segundo a pensar en cómo mido mí tiempo.

Todo esto nace en realidad porque mañana tengo facultad y no me quiero ir a dormir. Y aunque ya me lavé los dientes quiero escribir esto.

Anteayer me dijeron peronista por mi discurso pro trabajo. Me sorprendió, si bien sostengo que hay que laburar. En realidad YO tengo que laburar. Por eso me fuerzo a este ejercicio y después me duermo tranquilo y después sueño cosas que después quizás escribiré y después me iré a la facultad y después me juntare con los chicos y después quizás me anotare en el gimnasio y después la voy a llamar porque en realidad ahora tengo ganas de llamarla pero se que esta durmiendo porque mañana se levanta tempranísimo.

Y esa es una manera de medir mi tiempo: Después. Siempre hay algo que hacer después, cuando el día se vuelve una concatenación de cosas para hacer sin un límite fijo.
¿Y si me quedo escribiendo este texto infinitamente? En este texto entonces el después se volvería ahora, porque no habría un después salvo dentro de este mismo texto y este se volvería un infinito temporal en si. Me pregunto si en ese infinito escribiré la novela que Borges nunca escribió. Porque el infinito abarca todas las posibilidades y eventualmente terminas escribiendo todo lo que hay por escribir. Frases coherentes e incoherentes. Escribiría todos los versos al revés de la iliada pero la firmaría como la odisea. Jej, que pensamiento inocente el de escribir para siempre. Antes del infinito se acaba el mundo, pero antes del mundo se apaga el sol, pero antes del sol seguro me muero, pero antes de morirme seguro, segurísimo, me quedo pelado. Si es que antes no me muero.

Y esa es otra medida para medir mi tiempo. A la noche salgo con mi novia, pero antes voy a pasar por la facultad; antes de la facultad probablemente lea un rato, pero antes de eso como, pero antes me levanto. Y pueden ser mas cortos los antes: Antes de escribir esto voy a prender la computadora, pero antes voy a dar un paso para llegar pero antes de ese paso voy a levantar el pie para dar el paso, pero antes voy a dar el comienzo al paso, pero antes voy a pensar en que debería prender la computadora para escribir esto...

En realidad, ahora que lo pienso, mido mi tiempo en lo que no estoy haciendo. Mido mi tiempo en obstáculos que pienso saltear como un monarca, un aristócrata.

¿Deberé cambiar mi forma de medir el tiempo?

Quizás me convenga comprar un relós. Algo para medir el tiempo de verdad. Un referí que marque la hora. Un monito con corvata (¿o se escribe corbata?) que me tire de las orejas (o se escribe de las ojeras). Un relós.
Un reloj para llevar a todos lados y decir "a las 5 tomo el té" "a las 8 voy a pasear al perro" "a las 12 me voy a dormir".
Entonces con el relós todo se vuelve más hitleriano. Todos los segundos marchando.
No, ¡miento!
Todas las cosas marchando al ritmo del segundero. Todo va a latir en un mismo ritmo inagotable (hasta que se acaben las pilas, pero eso siempre pasa después). Y el día se vuelve un hilo conductor donde encastro actividades y ya todo deja de pasar antes o después, y quizás entonces pueda pasar de una actividad a la otra (porque las cosas siguen marchando) sin pensar en las que hice antes ni en las que voy a hacer después.

Pero ya me compré una agenda, y suficiente con que los días dejaron de ser mañana o ayer.

jueves, marzo 23, 2006

Tema dificil

¡Qué tema difícil de tratar el de los desaparecidos por dios!
Y no me siento con la autoridad ni para opinar, ni menos para generar opinión. Pero tengo este espacio y la verdad que hacerle gambeta a ciertas cosas también es opinar. El tema de los desaparecidos es tan grande que incluso reservándonos la opinión, la palabra, estamos diciendo algo.

Por eso debo hacer frente a este maremagnum de discursos (grandes y chiquitos) que últimamente están saliendo por todos lados y decir algo. Creo que escribo más bien para ordenar mis pensamientos. Veamos:

No me hablen de las cabezas de ganado que entraron hoy a liniers antes del feriado. No quiero que esto se vuelva un feriado más. He llegado a pensar "menos mal que murió San martín así ese día no voy al colegio" cuando era pibe, quizás con lo del feriado estamos banalizando el hecho de la dictadura. No confundamos feriado con duelo, ni luto con fin de semana en una ciudad de la costa. Los pendejos se devoran los sentidos, los amasan para su conveniencia y me da una pizca de miedo que este feriado le de un aspecto positivo a esta fecha.

Mañana todos a la marcha. Si. Pero con motivos. No consumamos masivamente discursos ideológicos. Por eso me parece bien que en la cátedra de Comunicación II de la carrera de ciencias de la comunicación se hayan analizado los discursos del general videla y no se haya dado un discurso panfletario. Que fácil es ser panfletario. Que fácil es repetir como loro (acá hago un poco de mea culpa).

"No repitamos el horror" suelo escuchar por ahí, si, pero no generemos nuevos horrores. No hablo de no comprar zapatillas hechas por niños, hablo de no basurear al indigente, darle trabajo a todos, techo comida salud educación.
No lavemos las culpas con una marcha masiva honrando a los muertos.
Honremos también a los vivos.
Los muertos van a seguir muertos y los vivos no.
Eventualmente mueren.
No quiero que esto se vuelva excusa.

Va a ser interesante mañana el movimiento de los celulares.
"¿Donde estas?"
"¡Cerca de castells!"
"¿que?"
"Levanta la mano"
"Listo"
"No, no te veo"
"Bueno te llamo en un rato"

La manifestación como lugar de encuentro. Me hace un poco de ruido y no se bien por que.

La verdad es que ya me esta dando un poco de vergüenza opinar mas sobre este tema. Solo quería manifestar ciertas inquietudes.

martes, marzo 21, 2006

La verdad del asunto I

A veces pienso en que la ternura de las cosas reside en como se las hacen y no en que son.
Como un cahorrito de hiena, o como cuando me mordio un monito.

lunes, marzo 20, 2006

Quiero ser...

Quiero ser la voz del estadio de boca juniors y decir: "Tranquilos muchachos que es solo un partido"...
O ser la mano que mece la cuna y esperar que se duerma el pibe.
Quiero ser el que le da de comer al chancho y darle zanahoria para que este naranjoso.

Podria ser tambien (no me parece tan mal...) el que tunea autos. Solo por placer, en el fondo soy fierrero.
No estaria mal ser mozo, y una vez por año le volcaria algo a alguien y le diria "Uh, perdon!".
De verdad quiero ser piloto de aviones que vayan muy rapido, solo para ir muy rapido... en el fondo soy fierrero.
Quiero ser el que sabe quien mato al que mato a Kennedy.
¿Podre ser un magnate filantropo?
Quiero ser un roquero de esos que ya estan recuperados y ahora lucran con su imagen sana.

Pero antes que todo eso, quiero ser uno de esos que hacen esas cosas y al final tienen ese "qué sé yo..."

lunes, marzo 13, 2006

Diez pensamientos en mi primer mañana de cursada

Titititi.
Titititi.
Titititi.
7 30. En mi mente entresoñoza soy un francotirador preciso. Apago de un tiro el despertador. Aunque ahora a la distancia soy mas bien un mazorquero que lo degüella al "barullero unitario".

Me enfundo en las sabanas, prendo la PC para leer los mails y bajo así enfundado y todo bajo por mi primer café con leche que tome con un cigarrillo luego mientras leía los mails y el diario.

7 49. Efectivamente leo los mails, mando uno, prendo la ducha y 15 minutos mas tarde ya soy un poco mas yo y no tanto yo entresoñozo.

8 04. Subo un disco de Belle & Sebastian al Mp3 (Life pursuit. Lindo. Matutino. Tuve suerte.) Y me voy. Tomo el 74 hasta que me caigo de sueño y justo ahí el subte hasta Ángel Gallardo en la línea B.

8 52. Escalera mecánica del subte. Tarareando un poco de B&S me percato que no tengo cuaderno. Comienzo a buscar una librería abierta para poder entrar al aula con algo más que cara de "Juro por dios que preferiría ser de la nobleza británica". Este primer pensamiento desencadeno una línea entupida de pensamientos que fueron los siguientes:

Primer pensamiento: Necesito un cuaderno.

Segundo pensamiento: Viendo a un hombre yendo a jugar al paddle tan temprano me dio cierta envidia, como que el sabia algo que yo no. Algo importante, de otra manera no hay explicación para jugar al paddle tan temprano en vez de hace cosas útiles como comprar un cuaderno. ¿Por que nunca me dedique al paddle?

Tercer pensamiento: En vez de jugar al paddle podría armar una banda de rock como dios manda. Una BUENA banda de rock. Clásica. Con poder estilo y elegancia. Si. ¡SI! SISISISIS!

Cuarto pensamiento: Tengo que comprarme un bajo.

Quinto pensamiento: Podría ahora ir al casino con la plata que tengo encima para ganar lo suficiente como para comprar de verdad un bajo.

Sexto pensamiento: Soy pésimo para idear métodos para conseguir plata.

Séptimo pensamiento: Mejor me hago una buena carrera, consigo trabajo y me financio así mis caprichos.

Octavo Pensamiento: Debería seguir yendo a la facultad.

Noveno pensamiento: Necesito un cuaderno.

Entonces ya con un cuaderno me entero que no tengo clases y que puedo volver a clases. ¡Pobre despertador! ¡Lo odie para nada! Y ahora yace muerto... solito... Ahora que lo pienso fue más bien un fusilamiento: Yo le dije que se quede paradito ahí toda la noche y que a las siete treinta me avise así lo mato puntualmente.

¿Por qué el día de comienzo de clases no tengo clases? ¿Qué perverso modus opernadi tiene la UBA?

Subte y colectivo ahora para volver y la mañana se me presenta como algo raro. Costumbre extraña la de las personas la de no dormir hasta tarde (ya se ya se... Vos porque podes...)

Me tomo un café en el bar "Británico" en medio de esta cosa mañananoza que no estoy acostumbrado a entender (Ya se me va a pasar lo juro). Mientras tomo de a poco se me acerca un hombre para que firme una hojas donde supuestamente pido que no cierren el bar y tengo el ultimo pensamiento importante de la mañana:

Décimo pensamiento: "Al bar lo cierran porque el café que sirven es feo."

lunes, marzo 06, 2006

NO QUIERO ESCRIBIR!

Mentira, quiero escribir que no quiero escribir.
Hoy soy un nene berrinche y como el helado manchandome la barba.
Y hoy también salí a correr pero un poco hice trampa y un poco me senté (pero estaba muy cansado lo juro).
Despues viajé en colectivo y me hice el dormido por las dudas y también antes habia dicho "de setenta y cinco" cuando en realidad era de ochenta.
Pero el resto de las cosas un poco que las hice bien y ayudé a una señora a cruzar la calle.

Y es que mi día de hoy se movió un poco en ese plano, como mirandome desde al lado y diciendo qué está bien y qué está mal.
Y por eso si bien hoy no quiero escribir escribo igual por las dudas, porque escribir esta bien ¡aunque hoy escriba una boludés enorme! ¡ENORME! ¡EEEEEENNNNNNNNOOOOOOOORRRRRRRMMMMMMMMEEEEEEEEE!

Siempre está bien hacer. Mientras no hagamos para deshacer.
¿Y si deshacemos para hacer?
El tema con eso es que casi nunca se sabe...

Igual hoy me junte con unas personas y hablamos de algunas cosas. ¡Y no estoy diciendo nada! Como me gustan esas frases que no dicen nada.

Aunque ahora me preocupe que mañana tengo todo el día afuera y el libro que estoy leyendo es muy grande y no lo quiero llevar por todos lados...

Lo que quiero decir en realidad es que hoy tengo muchas ganas de escribir y no sé sobre qué...

viernes, marzo 03, 2006

Lo universal...

Lo universal...
Lo gigante...
Lo hermoso y lo expirado...
Lo finito y lo infinito...

De todo eso se trata la vida.
De todas las cosas, y entre todas las cosas están todas las cosas. O sea, no hablo de las cosas como el amor y el odio y los movimientos sociales.
Hablo de las cosas: Mi perra, el auto que esta pasando por Córdoba y el bajo ahora mismo, de el pedo que se tiro ayer mi vieja mientras miraba tele y yo escuche porque mi ventana da a la suya, la cafetera que se rompió. Las cosas.

De las cosas. De las cosas que nos dan y las que nos transforman, de las que conseguimos y de las que heredamos como mi pelo.

Tengo el peinado de mi hermano que tiene el mismo peinado que mi abuela (calculo que mi viejo tuvo algo que ver en todo esto). Es un pelo fino pero con unas ondulaciones que lo hacen elevarse en proporciones directas a la esferidad de nuestras cabezas... una mota... como un afro del hombre blanco, del hombre caucásico, por eso lo llamo "caucafro" (palabra que ahora que leo es muy parecido al Cáucaso, pero que por su espíritu se acerca mas a Acassuso).
Mi pelo que en algún momento fue bello y platinado hoy es el dibujo de un aura loca alrededor de mi cabeza.

Y lo único que me consuela es que mi hermano sufre lo mismo que yo...
y nos miramos...
y lo sabemos...
y nos aterra la posibilidad de ser nuestra abuela...

Pero vuelvo al tema del comienzo y pienso en el universo y en mi abuela y me desvío y pienso en la calle santa fe y en los negocios. Y me acuerdo de una peluquería que queda en santa fe y callao. Y pienso en las tijera que ahí tienen, y en los sillones tan cómodos, y en un buen shampoo, y en la venganza total infinita y me corto el pelo un día de estos abuela...

¿Y porque te lo teñís del mismo color que nosotros? ¿Lo hacés para molestarnos?
Eso ya es de video de Basement Jaxxx: Todos con el mismo corte y color de pelo.

Y pienso en todas las cosas del universo, porque de eso estaba en realidad queriendo decir algo. Ah si!, que universo extraño el de los peluqueros... la ultima vez me corto el pelo un ex policía, una vez una mina que estudiaba abogacía y no se por que siempre me olvido de esos incidentes y reincido en mis elecciones estéticas y siempre me cortan mal el pelo.
Por eso me da miedo ir a cortármelo.

Entonces pienso que en realidad de mi abuela heredé el miedo desmedido por muchas cosas pelotudas.